6/01/2015

LOS TIPOS DE NARRADOR Y LAS EMOCIONES DEL LECTOR

Uno de los elementos de la estructura narrativa a los que menos atención se suele prestar es al narrador. Sin embargo, en la elección de quién va a contar la historia se pone en juego el éxito de la obra. ¿Por qué? Veamos qué escribió al respecto David Lodge en El arte de la ficción:
«Puede afirmarse que elegir el o los puntos de vista desde el cual o los cuales va a contarse la historia es la decisión más importante que el novelista debe tomar, pues influye enormemente sobre la reacción, tanto emocional como moral, de los lectores frente a los personajes ficticios y a sus acciones».
Clasificación de los tipo de narrador
Si bien “entender” la clasificación de los tipos de narrador no alcanza para comprender su complejidad, por algo debemos empezar. Existen muchas clasificaciones, pero a la hora de explicarlo en mis cursos de técnicas narrativa,  no me complico la vida, ni se las complico a los participantes.
Hay una división básica, relacionada con la ubicación respecto a la historia:

1. El narrador que está dentro de la historia (interno) y que puede ser:
a.  Personaje protagonista.
b. Personaje secundario.
c. Narrador en segunda persona, que además de no ser frecuente, goza de cierta ambigüedad, ya que puede dirigirse tanto al lector, como a sí mismo o a otros personajes. En realidad, para mí, es un narrador en primera persona “encubierto” en un tú.
d.   Narrador editor, que cuenta una historia de la cual ha tomado conocimiento por un escrito o porque alguien se la ha referido. La diferencia con el narrador testigo es que no está involucrado en la historia de forma “directa”.
Excepto el narrador en segunda persona, todos narran en primera, y no tienen acceso a los sentimientos y pensamientos del resto de los personajes.
2.      El narrador que está fuera de la historia (externo) y que puede ser:
a.      Omnisciente o todopoderoso, y que tiene el don de la ubicuidad. Lo sabe todo.
b.     Objetivo o cámara, que solo narra aquello que percibe con sus sentidos: Lo que ve, lo que oye, lo que huele...
Ambos narradores externos utilizan la tercera persona.
ALGUNAS CONSIDERACIONES
La primera consideración es que cualquier clasificación de los tipos de narrador nunca es taxativa y solo sirve como referencia didáctica. Las posibilidades son muchas. Por ejemplo, un narrador puede mantener una omnisciencia moderada, entre objetivo y omnisciente.
La segunda es que el narrador no es el autor. De hecho, el narrador es la máscara que utiliza el escritor para filtrar la información que conviene volcar en la historia.
La tercera es que cada narrador tiene sus “riesgos y certezas”. Algunos autores refieren ese binomio como “ventajas y desventajas”. Yo no estoy de acuerdo, básicamente porque algunas desventajas, en realidad, son ventajas en determinadas historias, y viceversa.
La cuarta es que entre las variables que ayudan a afinar la puntería para cazar al narrador adecuado, están la distancia que el narrador establece con la historia y la información que filtrará por sus propias características.
EL NARRADOR Y LAS EMOCIONES DEL LECTOR
Pareciera que, desde hace mucho tiempo, ignoro cuánto, hay cierto consenso respecto a que el narrador en primera persona es el mejor. El argumento es que la sensación de cercanía que produce (más inmediato e intimista) permite al lector experimentar las emociones del personaje.
Del mismo modo, existe otro consenso en torno al narrador en tercera persona y objetivo. Se dice que es frío y distante, lo cual aleja al lector de la vivencia emocional.
Para mí, que soy un escritor cuya inquietud es que el lector gestione sus propias emociones a partir de la historia, esos consensos me parecen tópicos de escaso valor para la literatura que busco. Dicho de otro modo, cuando escribo no busco que el lector experimente las emociones de los personajes. Por el contrario, lo que quiero es dejarlo frente a frente a sus propias incertidumbres emocionales. Esto nos plantea, entonces, que la elección del narrador también tiene relación con la intencionalidad y las inquietudes de cada escritor y que, sospecho, forma parte del estilo de cada uno.
Mi pregunta es: ¿El narrador en primera persona es, entonces, el mejor para la experiencia emocional del lector?
Mi respuesta es: Depende de la historia que vamos a contar y de la inquietudes del autor.
Un escritor que tiene internalizadas las técnicas narrativas necesarias para construir personajes vivos, que actúen en una historia viva, y comprende los riesgos y certezas que cada narrador le ofrece para cada historia, es garantía de emociones para el lector.
En las últimas décadas se ha avanzado mucho en la investigación de la inteligencia emocional. Hoy sabemos qué son y cómo funcionan las emociones humanas, lo cual ilumina las perspectivas señaladas por Flannery O’Connor cuando escribió que «no se puede provocar [...] emoción con emoción, pensamientos con el pensamiento»; o John Gardner con su frase de 1961: «El asunto primordial de la ficción ha sido, es y será siempre la emoción humana...»
A la luz de los avances de la inteligencia emocional, se fortalece la figura del narrador como nexo entre una historia bien contada y la intimidad emocional del lector.

Gracias por tu visita. 

«Todas son buenas chicas» (Link).

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